FacebookTwitterYouTube
Lydia Raquel Pistagnesi




A manera de prólogo

Amigos: Mi mayor deseo es transmitirles lo aprendido a lo largo de los años, una realidad vista desde antiguos cristales, los mismos que regalan belleza pero son implacables ante el paso del tiempo.

Siempre caminé sobre un mismo sendero y aprendí al transitarlo que la experiencia nos da la fuerza necesaria para continuar a pesar de los cambios que suceden a lo largo de nuestra vida.

¡Ay, si pudiera refugiarme en mi interior para regresar a esos días felices!, a la inmensidad de la llanura, a la ternura de mis padres, al primer amor, a ese hijo que me regaló la vida y que inconscientemente, en lugar de disfrutarlo y colmarlo de caricias, me dediqué a reconquistar al mundo para colocarlo a sus pies.

Lamentablemente no hay retorno, el sendero se va borrando a medida que lo transitamos, nos queda vedado recobrar jirones de pasado que se perdieron en algún momento de nuestra vida o en cualquier recodo del camino.

Imposible recomponer un rompecabezas cuando faltan piezas importantes.

"Destino de Gorrión", lleva en cada una de sus páginas un mensaje para ustedes, gira en cada latido, refleja como duele el silencio, sufre ante la ausencia de seres queridos que partieron, pero también les enseña que se puede volar hacia otro amanecer en busca de nuevas esperanzas y descubrir otros horizontes para volver a empezar, aunque nuestras alas estén humedecidas por la lluvia.



Ausencia

La lluvia se desliza por pupilas
dilatadas de cansancio.
Los labios guardan cicatrices
de besos ardientes.
El cuerpo se retuerce ante preguntas,
acuciado por antiguos dolores.
Esperas aun al próximo otoño
a pesar de cadenas
que penden de tus horas vacías.
La tempestad sacude bosques milenarios
sobre piélagos abstractos
macerados en infiernos de locura.
Has perdido la llave cristalina de tus sueños,
y masticando distancias............

Te debates entre su ausencia
y tu soledad.

Destino de Gorrión,
de Lydia Raquel Pistagnesi.
Ilustración: Ana Patiño,
Editorial RYC, año 2012.

Contratapa del libro

He perdido mi abrigo, ando escondido bajo las piedras, caminando ciertos desiertos, suelo recorrer estas páginas escuchándome en el silencio de las palabras. De pronto encuentro un sentimiento expresado como esencia, sueños de un principito que se ha perdido en su ausencia.

Cuando regresó, halló dentro a su yo, me alegro de no estar solo, ahora me acompañan los mensajes del sentimiento y hasta me sigue el viento… prefiero nutrir mi espíritu de esencias, esas mismas que alimentan los afectos, al fin y al cabo es lo único que nos llevamos de este paso de tiempos.
Somos mucho más que palabras, somos vapores eternos.

Lydia Raquel Pistagnesi con su nuevo libro, Destino de Gorrión, me ha acariciado el alma y hoy sumo una nueva caricia en mi camino.

Víctor Norberto Ceresale



 Volver a Bibliopeque

Ir Arriba